
Pocos días después el caballo regresó trayendo consigo dos yeguas salvajes que había encontrado en las montañas.
Enterados los aldeanos, acudieron de nuevo, esta vez a darle la enhorabuena y comentarle su buena suerte, a lo que él volvió a contestar: "puede ser" .
Enterados los aldeanos, acudieron de nuevo, esta vez a darle la enhorabuena y comentarle su buena suerte, a lo que él volvió a contestar: "puede ser" .
Al día siguiente, el hijo del granjero trató de domar a una de las yeguas, pero ésta lo arrojó al suelo y el joven se rompió una pierna. Los vecinos visitaron al herido y lamentaron su mala suerte; pero el padre respondió otra vez: "puede ser.
Una semana más tarde aparecieron en el pueblo los oficiales de reclutamiento para llevarse a los jóvenes al ejército. El hijo del granjero fue rechazado por tener la pierna rota. Al atardecer, los aldeanos que habían despedido a sus hijos se reunieron en la taberna y comentaron la buena estrella del granjero, más éste, como podemos imaginar, contestó nuevamente: "puede ser"."
contes chinesos
1 comentario:
Pel teu blog ple de saviesa orietal, per demostrar que permi té un valor especial et faig entrega d´un premi (Dardo 2008)et demano si et plau passis per el meu blog a rcollir-lo.
Salut i felicitats. Una abraçada.
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